Pez al revés: música para mentes inquietas.

Mariano Pose: El pez que se permite soñar.
Pasaron ya casi nueve años de nacimiento de su primera hija, cinco del segundo, y con ellos, vineron bajo el brazo de los peques, en lugar de panes, dos discos.
Dos discos como emergente de dos hermosos proyectos musicales que reunieron muchos artistas en pos de un objetivo común: ayudar a los que más lo necesitan.
Luego del estreno de su nuevo show UNO, DOS ¡PEZ, conversamos con Mariano Pose, el creador de Arrorruna y Pez al revés.
– Cambió mucho aquel Mariano ¿no?
– Puff… Sinceramente más de lo que pudiera haber imaginado… Dicen que la llegada de los hijos te cambia la vida… doy fe que no es solo una frase. Personalmente hice cambios muy profundos, para bien por supuesto..
– ¿Por ejemplo?
– Muchos, es que cambió mi perspectiva… Cada cosa que hago, pienso si va con el modelo de persona que quiero ser para mis hijos… Cambié mi forma de vida, especialmente en la salud y alimentación, en la relación con el ambiente, con la educación… Es un camino de ida… A medida que avanzás, te vas dando cuenta de las cosas que no querés para las personas que amás. No me da la cara decirle algo a mis hijos, y no hacerlo. Te volvés cada vez más exigente con vos mismo. Y me quedan muchísimas más por mejorar. Pero es un camino que elegimos transitar con mi pareja… Y estamos convencidos de que es lo que queremos para nuestros hijos.
– Y la música, ¿que papel juega en todo esto?
– Digamos que dejé de engañarme a mi mismo, jaja, siempre me apasionó la música… y pasados los cuarenta no parecía, a priori, un buen momento para comenzar… pero llegó la peque y sentí la necesidad de hacer algo por los chicos que no habían tenido la “suerte” de nacer en el seno de una familia que les pudiese cubrir las necesidades básicas…
– Y ahí nació Arrorruna…
– Tal cual, con la idea de colaborar con el servicio de Neo del Hospital Zonal… y la verdad, fue una experiencia maravillosa, que superó todas mis espectactivas… Participaron más de cincuenta artistas y donamos en equipamiento el 100% de lo recaudado…
– Y después, ¿no tenías cierto temor que un nuevo disco no tuviese igual repercusión?
– ¡Todo lo contrario! Si hay algo que aprendí es a perder el miedo a animarme… a no quedarme con las ganas de hacer las cosas que me apasionan… Como te decía, es lo que quiero que mis hijos vean en mí, no porque se los digo, sino porque lo hago… Recién de grande me vino a la cabeza que mi papá Fito me llevaba todos los fines de semana a Bambilandia, un espacio donde realizaban actividades artísticas ad honorem para personas con capacidades diferentes.. No tengo dudas que lo que hago ahora no es casualidad… Se me inculcó con el ejemplo…
– Entonces llegó Pez al revés…
– Si… pero para dejar colgado lo que te venía diciendo, el tema de la solidaridad no siempre está bien entendido… Muchos creen que es dar algo de lo tuyo, quitarte algo, como que es un sacrificio, algo que requiere un esfuerzo… Cuando lo internalizás y lo hacés, es todo lo contrario… No hay nada más gratificante que hacer sentir bien al otro… Hasta te diría que a veces me cuestiono internamente cierto egoísmo, como que lo hago porque me hace bien a mi… (se rie) Sé que no es exactamente así, pero lo traigo a colación porque muchas veces me sorprendo cuando me dicen “que bueno lo que hacés, yo no podría” como si para mi fuese un sacrificio… nada más lejano…
Y sí, después llegó Pez al revés…
– Con el segundo hijo…
– Así es… en un momento en el cual con mi pareja veíamos que todas las decisiones que tomábamos respecto a la crianza de los niños, no coincidía con lo que hacía la mayoría… Como que teníamos que nadar contra la corriente…
– Por eso lo de Pez al revés…
– Claro, de alguna manera el disco refleja mi actitud como papá ante el mundo que se nos presenta… Y que siempre vale la pena nadar a favor de lo que amás, aunque tengas muchas veces que nadar contra la corriente…
– ¿No termina siendo agotador?, digo, esto de ir viento en contra…
– A veces, pero no es siempre, y no en todo… y si te rodeás de gente que nada para el mismo lado que vos, entre muchos, con paciencia, la corriente puede cambiar de sentido, y cada vez es más fácil… o, mejor dicho, cada vez se hace más fácil elegir el camino a transitar.
– ¿Y ahora? ¿Nuevo disco, llegan más hijos?
– ¡Jaja! Por el momento en cuanto a los niños estamos muy bien… pero seguramente vendrán nuevos discos… Estoy trabajando en un material nuevo, pero primero vamos a salir a tocar los temas, a exponerlos los chicos, a nutrirlos con toda ese energía que tienen los shows en vivo…
– Y el domingo 26 de mayo en la Biblioteca se estrenó nuevo show.
– ¡Si! ¡Estuvo increíble! Dos funciones, un show musical con unos artistas increíbles… Siempre remarco que mi mayor talento es saber rodearme de gente talentosa… Germán Lema, Gabriel Pirato Mazza, Mariano Barrientos, Adrián Marré… En fin, amigos talentosos de los que aprendo cada día.. Un nuevo formato de show, con muchos juegos, interacción con el público… pero musical… Una banda que suena increíble. Con temas de Pez al revés, de Arrorruna, de Tibu y Cele, y unos temas nuevos, que son los que estamos trabajando para el nuevo disco. Armamos un espectáculo genuino, de calidad, pero sin maquillaje. Quiero de alguna manera demostrar que si la obra artística es honesta, de calidad, no es necesario rodearla de efectos, pantallas, personajes luminosos. Volcamos toda nuestra energía en enganchar a los chicos con las canciones… Pasamos una tarde increible.
– Y visto a la distancia… ¿cómo ves al Mariano de hoy comparado al de hace diez años?
Si me preguntabas en ese momento si pensaba que iba a grabar un disco con Pescetti, Magdalena Fleitas, Mariana Baggio, Canticuénticos, Deby Kepel, Hugo FIgueras, Cascacuerda, o que iba a estar como invitado en un disco donde participó Pedro Aznar, Hilda Lizarazu, Elena Roger, Mariano Martínez, el Mono de Kapanga… Que iba a cantar con artistas increíbles en un teatro de Nueva Zelanda, con canciones también en inglés… Puff… En ese momento, tal vez no te lo hubiera creido.
A fuerza de animarme, las cosas parecen cada vez menos imposibles… Hoy, me permito soñar.