Cuento japonés

EL LOUNGE DE DJ COCKTAIL
La reciente mitología japonesa construyó, a partir de los ataques nucleares de finales de la Segunda Guerra Mundial, un ser emblemático. Godzilla fue una creación estrictamente cinematográfica, pero que trascendió la pantalla gigante.
Se convirtió, especialmente durante la década de 1950, en un fenómeno popular.
Tanto que su saga de films se tornó interminable y, además, atrajo especialmente la atención de la industria estadounidense, que se pronunció con algunas cintas alusivas en los últimos años.
Según la etimología, en idioma original Godzilla (Gojira) parece ser una combinación de gorila y ballena. Esta mixtura define, de manera evidente, la naturaleza del ser.
Surgido como una consecuencia de los ataques nucleares a los que había sido sometido Japón en 1945, esta suerte de dinosaurio mutante fue producto de la radiación.
Las particularidades de este ser de las profundidades eran que, a menudo, aterraba a Japón. Pero en otras tantas oportunidades era el que lo salvaba de ataques extraños (o al menos más extraños que él). Todas las películas sobre Godzilla están consideradas dentro del subgénero kaiju, que refiere a films con monstruos gigantes. Al mismo tiempo, forman parte de otro género llamado tokusatsu, que engloba aquellas películas con uso y abuso de los efectos especiales.
No necesariamente las películas sobre Godzilla, en especial las primeras, eran de bajo presupuesto. La realidad indica que los estudios Toho estaban bien equipados, pero los efectos especiales recién empezaban a utilizarse y hoy nos parecen absolutamente precarios o bizarros. Ishiro Honda fue el primer director de Godzilla, y se lo apropió como su hijo.
La primera cinta data de 1954, aunque al año siguiente asignaron a otro director para Godzilla rides again. Sin embargo en 1956 volvieron a requerir los servicios de Honda para Godzilla, el rey de los monstruos. Luego de un sorpresivo silencio, este ser misterioso dotado de poderes soberbios como su aliento atómico o su rayo espiral, recién en 1962 volvió a aparecer en la pantalla.
Desde allí, y por varios años, la modalidad fue enfrentar a Godzilla con otros monstruos de su talla y calibre. Godzilla contra King Kong (1962), Godzilla contra Mohtra (1964), Godzilla contra el Monstruo Zero (1965), Godzilla contra el Monstruo del Mar (1966) son algunos ejemplos de esta interminable lista.
Como no podía ser de otra manera, hubo también un Hijo de Godzilla (1967), y algunas batallas que libró fueron contra los males que la misma humanidad generaba, como Godzilla contra el Monstruo del Smog (1971). Este ser de características anfibias fue uno de los pocos personajes que, desde el cine, se desparramó luego hacia los comics, las series animadas, los videojuegos, etc.
Godzilla fue protagonista de 28 películas japonesas, hasta la fecha, y en los últimos años ha tenido el soporte de dos producciones estadounidenses. En ellas, como es habitual, cambia un tanto su origen, su historia, su razón de ser, su aspecto y hasta sus principios.
Godzilla contra King Kong (1962) fue el más popular de los films sobre Godzilla. Fue la película más taquillera de la saga. Allí se ponía en la balanza no solo las fuerzas y capacidades de dos monstruos, sino la de dos culturas, dos naciones, dos potencias enfrentadas. Godzilla representaba el resultado de las explosiones atómicas en Japón y King Kong encarnaba a ese ser que escalaba y se abrazaba al Empire State. Descansa sobre este film la teoría de que tuvo dos finales, uno para ser estrenado en Estados Unidos (donde vencía King Kong) y otra para ser proyectada en casa (donde ganaba Godzilla). Sin embargo, si bien existen dos versiones del film, en ambas es el gorila quien emerge triunfante de las profundidades del agua.