Cinatra (Parte 1)

Si bien la carrera artística de Francis Albert Sinatra se destacó particularmente en el universo de la música, sus grabaciones y presentaciones en vivo, el multifacético cantante tuvo como permanente aliado al séptimo arte, a punto tal de sostenerse en él para ser protagonista de uno de los regresos más espectaculares e inesperados de la historia del show business. Estamos celebrando ya el Centenario del nacimiento de Frank Sinatra, por eso nada más apropiado que recorrer su filmografía más destacada y significativa.
A comienzos de la década de 1940, ya Sinatra era un reconocido cantante que llenaba teatros, vendía millonada de discos, y provocaba alaridos entre las fans. Y como era habitual en la época, el cine ayudaría no sólo a su imagen, sino a desparramar sus canciones por todo el mundo y a eternizarse en las pupilas de los espectadores. Sus primeras apariciones lo caracteriza un jovencito tan talentoso como delgado. El género musical dominaba las carteleras cinematográficas, por eso no era de demorar su arribo a las pantallas gigantes. Clásicos como Till the Clouds Roll by (1946) o Reveille with Beverly (1943) lo muestran interpretando algunas de sus primeras canciones y compartiendo marquesinas con otros grandes referentes del momento. En aquella época estableció una gran dupla estelar con la llamativa Kathryn Grayson. Y también la década de 1940 fue la de consolidación para el tándem junto a Gene Kelly: Anchors Aweigh (1945), Take me out to the Ball Game (1949) y On the Town (1949). A comienzos de 1950, su carrera sufrió un quiebre. Sinatra cayó en depresión y llegó a perder la voz. Sus cuerdas vocales se resintieron más de lo imaginado, y frente a un panorama oscuro, este parecía ser el triste final de un artista más que no pudo manejar su fama, popularidad y éxito. Tuvo que esperar hasta 1953 para poder tener una prueba bajo la dirección de Fred Zinnemann. Su matrimonio con Eva Gardner atravesaba una nueva crisis y, a causa de celos profesionales, los suculentos contratos que a ella le ofrecían atentaban con la pareja. Él estaba en la ruina y fue ella quien le pagó el pasaje para poder llegar a África, donde se estaba filmando Mogambo (1953). Definitivamente, Sinatra no tenía ni pasta ni antecedentes de actor dramático para encarnar a Angelo Maggio. Además, el papel ya estaba prácticamente asignado al gran Eli Wallach. Sin embargo, y tal se deja deslizar en una secuencia de la película El Padrino (1972), los productores recibieron presiones de amigos mafiosos de Frank, y eso provocó que le dieran el trabajo. En la película de F. Ford Coppola, el personaje Johnny Fontane es una referencia clara a Sinatra, allí interpretado por otro renombrado vocalista de la época: Al Martino. Lo cierto es que Frank Sinatra encarnó a Angelo Maggio en el film De Aquí a la Eternidad (1953), apostando y dejando todo lo que tenía en ese trabajo. La película se convirtió en un clásico de todos los tiempos, protagonizada por Burt Lancaster y Montgomery Clift. Sinatra fue nominado al Oscar como Mejor Actor de Reparto. Y lo ganó. El film terminó llevándose 8 estatuillas en total. Frank volvió a estar en el tapete, y aprovechando el fuerte impulso, hizo un regreso fenomenal que lo depositó nuevamente en el centro de la escena. De allí en más, la carrera de Sinatra se mantuvo en permanente ascenso.
Recuadro: Frank Sinatra sólo dirigió una película en toda su vida. Se trata de un drama bélico: None but the Brave (1965). Se trata de una experiencia en la que no se sintió muy cómodo y, además, no poseía suficiente tiempo como para dedicarse seriamente. Por tanto nunca más la experimentó. No sólo dirige ese film, sino que lo protagoniza junto a Clint Walker y Tatsuya Mihashi.